Ardides

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Este diario, Ardides, constituye la primera incursión del autor en este género. Es un libro abierto a los cafés, a los pensamientos sin centro de gravedad como los caballos voladores de Chagall, y a los otros, de cercanías, porque saben de dónde vienen, a la necesidad de escribir queriendo vivir, a proyectos líricos que vienen inesperados como una fiebre.

Miguel Ángel Gómez trae aquí parte de sus tesoros, sus recuerdos, su obsesión por conservar, retratar, registrar. Somerset Maugham, Maiakovski, Kafka, Mauriac, el Doctor Tarado.

El propio Gómez, en notas surrealistas que sacan pecho contra el viento, nos muestra las ganas del autor por nacer de nuevo, como un nuevo escritor de canciones o un nuevo artista. Digamos que en Ardides hay una prosa por descubrir, entre lo melancólico y lo irreverente, entre el virtualismo y la paranoia, con una variedad de registros en la cima de su trayectoria creativa.

Miguel Ángel Gómez

Licenciado en Filología Hispánica y profesor de Lengua yLiteratura  en  Enseñanza Secundaria, es poeta, novelista yarticulista. Entre sus últimas publicaciones se encuentran los libros de poemasSombra, Canciones acusadoras y Gatoencerrado, y el libro de aforismos Caídalibre.  Sus textos han aparecido endiversas antologías como 7Siete, Perrosin dueño o Synousia. Lleva lasección de El Imparcial Fracasa mejor dondedesarrolla una crónica dinámica de la actualidad: la vida social, laconversación y la anotación diaria de lo que pasa.

Descripción

Este diario, Ardides, constituye la primera incursión del autor en este género. Es un libro abierto a los cafés, a los pensamientos sin centro de gravedad como los caballos voladores de Chagall, y a los otros, de cercanías, porque saben de dónde vienen, a la necesidad de escribir queriendo vivir, a proyectos líricos que vienen inesperados como una fiebre.

Miguel Ángel Gómez trae aquí parte de sus tesoros, sus recuerdos, su obsesión por conservar, retratar, registrar. Somerset Maugham, Maiakovski, Kafka, Mauriac, el Doctor Tarado.

El propio Gómez, en notas surrealistas que sacan pecho contra el viento, nos muestra las ganas del autor por nacer de nuevo, como un nuevo escritor de canciones o un nuevo artista. Digamos que en Ardides hay una prosa por descubrir, entre lo melancólico y lo irreverente, entre el virtualismo y la paranoia, con una variedad de registros en la cima de su trayectoria creativa.

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