Los días vividos es la vía de escape durante tres años de todos los sentimientos que podría crear una relación. Es el principio (pero no final) de una historia de amor contada en los tres idiomas de los protagonistas y la distancia que les separa uniéndoles en cada palabra escrita, en cada rincón oculto del libro.
Los días vividos son los que se narran en cada verso, son los sentimientos encontrados en cada palabra oculta, son los días que todavía quedan por venir y el canto a la alegría del vivir.
Lena ha desaparecido. Eric, su amigo de toda la vida y con quien Lena compartió mucho más que una amistad, no sabe cómo hacerse a la idea de que la persona con la que ha compartido años de su vida se ha ido. En medio de la confusión, Eric trata de recomponer este particular puzle a partir de las piezas que ahora están desperdigadas. Tampoco descarta la posibilidad de que se la hayan llevado, aunque le parezca poco probable.
Tras esta ausencia repentina, todo su mundo está patas arriba. En estas páginas, nuestro protagonista intenta lidiar con lo que le está pasando, volviendo la vista atrás, pensando en los momentos vividos y aferrándose a un pasado que dista mucho del presente que le ha tocado vivir.
Desaparecer es una historia sobre ausencias y emociones, con una serie de incógnitas que Eric pretende descubrir acompañado por sus recuerdos, sus vivencias y, cómo no, por algunas de las canciones que crearon la banda sonora de sus vidas.