«Os contaré un cuento, uno sobre cascadas que caen del cielo, sobre volcanes que hacen cosquillas a las nubes, sobre árboles que susurran canciones y lavanda que crece en interminables alfombras de color violeta. Un cuento sobre la luz, el amor, el honor y el destino. Sobre la oscuridad, la codicia, el rencor y la separación. Sobre cómo todos estamos conectados por el fino hilo que teje la madre naturaleza».
Así empieza este cuento, así comenzó la Era de los Elementos. Cuatro elementos, cuatro pueblos separados, antaño uno solo. Pero cuando Api aparece en los acantilados de Ilicia con un extraño colgante y una historia cuanto menos extraña, el futuro de todos ellos se tambalea. Un futuro que quizá provoque que aquella antigua unión se restaure.
Raquel Baltar García
Soy soñadora, lectora y escritora. En realidad soy fisioterapeuta, pero también escritora. Lo soy porque mi corazón escribe desde que tengo uso de razón. Hace muchos años empecé a soñar con un cuento que, por circunstancias de la vida, no acabé hasta que me convertí en madre y soñé con contárselo a mis hijas. Creo que lo que más frena a los soñadores es pensar que lo que escribimos no es lo bastante bueno para pasar de nuestro corazón a los de otras personas, pero precisamente gracias a todos los corazones que apoyan todo lo que sueño y escribo, decidí intentar que saliera de mi cabeza y de mi ordenador. Este es mi cuento, el de Vera y el de Noa. El de todos los niños soñadores y el de todos los adultos que todavía no han dejado de soñar.